martes, 26 de julio de 2011

El hombre que simula


                                                                                                                                                                     La persistencia de la memoria. Salvador Dalí.



El hombre es una maquina que simula ser hombre, una estructura de carne y hueso que se rehúsa al olvido (sinónimo inevitable de la muerte), por eso ha inventado la memoria, con ella infecta a los hijos, a los sobrinos y el resto de su generación procedente.

 Y cuando los hijos no le son suficiente simula la historia, simula que ya no es maquina ni hombre y se hace llamar a si mismo leyenda y memoria, y el cuerpo que sucumbe a la fugacidad del tiempo se convierte en imagen, eterna simulación de las cosas.

 Por ejemplo: imagen fotográfica, pero la foto no es el cuerpo, es la foto un fenómeno de luces y sombras donde un suceso llamado cuerpo irrumpe en las formas; también simula ser secuencia y se transforma en imagen en movimiento, en video, en una ilusión de limitados fotogramas.

Pero el cuerpo es un suceso y como todo suceso, sucede, sucede primero porque proviene de la nada, y luego dos cuerpos que se suceden a si mismos en un mismo espacio de tiempo y lugar generan otro cuerpo; y es un suceso, que va variando, que es  tensa carne y se va transformando en flácido, cómo los relojes blandos de Dalí, como el propio cuerpo de Dalí, hasta ya no ser más cuerpo y ser un suceso de podredumbre.

Ahí es la simulación lo que queda, y ahí la maquina se convierte en hombre.

¿Y que es ser hombre? Es ser simulación; por eso los hombres simulan, simulan ser hombres que acusan o salvan o abusan de otros hombres, simulan ser abogados, simulan que simulan simular, entonces son artistas, simulan saber las causas de la simulación y entonces son intelectuales (pobres idiotas, viven de un simulacro y simulacro son).

Pero los peores simuladores prometen a las otras maquinas carnales que se creen hombres un mejor sistema de simulación, y crean paisajes de piedras duras y carbonizadas y crean reglas y hablan del futuro, pero el futuro sólo es posible por la existencia de la memoria (que ya habíamos dicho es un invento de las maquinas que desean ser hombres) por lo tanto el futuro no existe, no puede existir por que es una ilusión, una simulación, un invento que nunca llega.


Vivimos en un eterno presente, en un suceso, vivimos en el cuerpo.





Carlos Gómez S.

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